lunes, 19 de octubre de 2009

LOS JILGUEROS DEL RÉGIMEN


Publicado en La Jornada, lunes 19 de octubre de 2009

domingo, 20 de septiembre de 2009

MONO CILINDRERO

La Jornada, sábado 19 de septiemrbe de 2009

domingo, 9 de agosto de 2009

EL CHUPACABRAS AL ACECHO






9 de agosto de 2009

Opinión Análisis

Bienvenido, Carlos Salinas
ÁLVARO DELGADO


MÉXICO, D.F., 3 de agosto (apro).- Entre impotentes y resignados, los propios panistas asumen que, en menos de tres años, el gobierno de Felipe Calderón está exhausto, rendido, agonizante y aceptan que, después de la catástrofe electoral del 5 de julio, la capitulación menos costosa es ante el Partido Revolucionario Institucional (PRI), porque lo contrario implica una ignominiosa caída en medio de un país que él ha destazado.

Por eso reaparece, exultante, Carlos Salinas. Para asumir el control. No sólo del PRI, que ya lo tiene, pese a los pataleos de Beatriz Paredes. También la conducción real del PAN.

Salinas es ya el administrador del poder en México. Y el gran elector en ambos partidos: En el PRI, Enrique Peña Nieto, al que ya se le cree escriturada la Presidencia de la República, y cualquiera en el PAN, que al fin será sólo comparsa: Juan Manuel Oliva, Ernesto Cordero o, como se perfila, Alonso Lujambio Irazábal, un "peñanietito" cualquiera.

Las cosas, pues, se van acomodando.

Y por eso hay que darle la bienvenida a Carlos Salinas, quien públicamente se coloca como el jefe de jefes del entramado de intereses al que Calderón no sólo ya no es funcional, sino estorboso.

Después de aisladas apariciones, para ir dejando atrás el exilio al que lo obligó el repudio popular --que no ha amainado--, Salinas irrumpe para salvar el resto del sexenio de Calderón, que será "presidente" sólo formalmente y para efectos de desahogar, legalmente, la agenda legislativa que orquestará el nuevo gerente de las elites.

¿Qué agenda? Por supuesto una que no será en beneficio de la mayoría de los mexicanos, sino del grupo depredador que está instalado en el poder desde 1982 y del que Salinas ha sido, desde entonces, personaje central, particularmente después del fraude de 1988 y el cogobierno que estableció con el PAN para "legitimarse en el ejercicio del poder".

Por eso no hay que perder de vista los puntos comunes de las agendas del PRI y del PAN, particularmente la del segundo, en especial la que tiene que ver con el sector energético cuyo esquema privatizador fue, en general, vencido el año pasado, pero que en el siguiente o los siguientes periodos legislativos se pretende volver a impulsar para beneficiar a los magnates que encumbró el salinismo.

No hay que olvidar que las iniciativas presentadas por Calderón fueron, en realidad, elaboradas entre otros por despachos de consultoría de los salinistas Pedro Aspe y Rubén Valdés Abascal, quienes, en conjunto, cobraron a la Secretaría de Energía 3.5 millones de dólares, en agosto de 2007.

El secretario general del PAN, Rogelio Carbajal, declaró, apenas el viernes 31, que la apertura de la inversión privada en la refinación de petróleo forma parte de la agenda legislativa de ese partido, además de otras "reformas estructurales", como la laboral:

"Ese me parece que es uno de los temas pendientes en una segunda etapa de la reforma energética y el PAN pondrá el acento en aquellas reformas que le permitan a la economía ser más competitiva, atraer inversiones y generar empleos, que es uno de los temas principales, sin duda alguna, de la agenda legislativa de los diputados del PAN a partir del primero de septiembre."

La riqueza petrolera del país es la que ambiciona el grupo para el que trabaja Salinas y es en este terreno que habrá de librarse una de las batallas en la disputa por la nación que está en curso, como preámbulo a las elecciones presidenciales de 2012.

Por supuesto que la agenda de Salinas no se limita a seguir depredando los recursos de la nación, sino también a poner remedio a algo que tiene enfurecidas a las elites por la torpeza de Calderón: La carnicería entre las bandas del crimen organizado y los cuerpos policíacos, que ya toca también al Ejército. Y no porque a los magnates les interesen las violaciones a los derechos humanos que comete la tropa, a menudo contra la población más vulnerable, sino porque le minan sus ganancias las extorsiones y los secuestros.

Salinas ofrece administrar también, como lo hizo en su sexenio, el crimen organizado para que opere con acotamientos y sin causar matazones, secuestros, extorsiones y balaceras de manera indiscriminada, así como en el Estado de México de Peña Nieto. Al fin que, para él, política y crimen son sinónimos.

¿A quiénes identifica Salinas como obstáculos para ese afán desnacionalizador? Evidentemente no a los serviles priistas ni a sus cómplices del PAN, sino a quienes frenaron, en el terreno de las ideas, la primera intentona --el año pasado--, en el debate convocado por la Cámara de Senadores, y con la movilización popular.

¿Y por qué reaparece Salinas justamente en Oaxaca, cuyo gobierno de Ulises Ruiz no escatimó atenciones? La maniobra no puede ser más nítida: Fue a identificar a su oponente político real, de gira por los municipios gobernados por usos y costumbres: Andrés Manuel López Obrador.

Guste o no, esa es la real disputa...

Apuntes

La revista especializada en medios Etcétera publica en su edición de agosto cifras de escándalo sobre el despilfarro de Calderón en gastos de propaganda de su gobierno, particularmente en televisión y radio, muy al estilo de Peña Nieto: Por ejemplo, en dos años y tres meses, el gobierno federal gastó ocho mil 779 millones 548 mil 67.70 pesos en publicidad institucional. ¿Eso qué significa? Representa un incremento de ¡228.7%!, con respecto a la administración de Vicente Fox, caracterizada también por el culto a la imagen. En su reporte, firmado por Laura Islas, Etcétera confirma que prevalece la lógica facciosa en la asignación de publicidad gubernamental, peor que los priistas: Dinero a manos llenas a sus propagandistas y amanuenses, ni un centavo para los medios críticos como Proceso... Calderón, el individuo que engatusó a algunos mexicanos en 2006, informó hoy lunes que, en el mes de julio, se generaron 13 mil empleos. A lo que no da respuesta es a la pregunta de cuántos empleos se han pedido en los seis meses del año, pero aquí se lo informamos: Por lo menos 700 mil... No hay que olvidarlo: La ineptitud no viene de fuera...

sábado, 18 de julio de 2009

sábado, 30 de mayo de 2009

A LOS LAMBISCONES ASÍ LES VAS

La Jornada, jueves 28 de mayo de 2009

viernes, 10 de abril de 2009

GERMAN MENTIRAS


PRIMERO COMO TRAGEDIA Y AHORA COMO FARSA



10 de abril de 2009
Opinión Análisis



Guerra sucia en 2009
Jenaro Villamil



MEXICO, D.F., 7 de abril (apro).- Los mismos personajes y asesores que sembraron el odio en 2006 vuelven por sus fueros para articular una peculiar campaña de guerra sucia en la contienda federal de 2009.


El asesor español Antonio Solá -recién derrotado en El Salvador y con un pésimo expediente en Yucatán donde hizo perder al PAN--, junto con las recetas del estadunidense Dick Morris, han dejado su huella en las recientes embestidas del dirigente nacional del PAN, Germán Martínez, contra el PRI, partido al que las recientes encuestas ubican como el de mayor índice en las preferencias electorales.


La suspicacia que pretende curar el espanto sugiere que las recientes andanadas verbales de Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones, Jesús Murillo Karam y Francisco Labastida contra Germán Martínez, constituyen un simple "pleito arreglado" o un talk show como el que protagonizaron Paredes y Martínez en Espacio 2009, el programa "juvenil y estudiantil" de Televisa. De paso, le permitieron a la empresa de la dinastía Azcárraga demostrar quién llevará el pandero en materia de comunicación política este año.


Sin embargo, el talk show rebasa el set televisivo. Los desplegados con "sopas de letras" del PAN; las entrevistas de prensa tronantes de Beltrones, y la incursión de Germán Martínez como bloguero que un día sí y otro también nos recuerda la vertiente fascista de algunos dirigentes del PAN.


Hasta ahora, la andanada del PAN le ha salido barata. El Consejo General del IFE decidió multar con 465 mil pesos a este partido, un costo menor a lo que le cuesta al PAN pagar en cualquier diario de circulación nacional sus "sopas de letras". La Lotería Nacional pretendió desviar 6 millones de pesos de recursos públicos para promover al candidato campechano del PAN en medios locales.


Lo más sintomático fue que el propio presidente del IFE, Leonardo Valdés, afirmara que este tipo de tácticas no se trata de un acto anticipado de campaña. Como si hiciera llamados a misa, Valdés giró instrucciones al secretario Ejecutivo para que investigue si se cumplieron las medidas cautelares que ordenó el retiro de los desplegados.


Valdés acreditó así lo que Germán Martínez afirmó el pasado 3 de abril: "Esto no es un asunto electoral ni cuestión personal. La campaña, señores priistas, todavía no empieza. Vendrá después y ahí habrá ocasión para contrastar posturas, comparar resultados de gobierno y confrontar propuestas".


Esta es una de las características clásicas de la guerra sucia: la simulación. Quien tira la piedra, esconde la mano; quien califica a los demás de "peligro para México" afirma que se trata del ejercicio legítimo de la libertad de expresión y pone a circular el dinero de otros para financiar los mecanismos de propaganda, para borrar las huellas de la fiscalización electoral.


La otra característica esencial es el arrinconamiento. La guerra sucia no busca el debate ni contrastar propuestas. Plantea el clásico esquema maniqueo, propio de los fascismos: "estás conmigo o estás contra mí", y quien está en contra mía es criminalizado y es señalado no como adversario, sino como enemigo que merece la eliminación. No es un instrumento de democracia electoral, sino de totalitarismo ideológico.


En los hechos, lo que Germán Martínez, un sector del PAN y el gobierno de Felipe Calderón están demostrando, es su enorme desprecio a la reforma electoral de 2007 que ellos mismos promovieron para acabar con la guerra sucia, que llevó al país a la polarización extrema en 2006. En este sentido, se ponen en sintonía con las televisoras que están desafiando la misma reforma por haber suprimido legalmente el mercado de compra-venta de spots.


Y el IFE, cuyos consejeros añoran ganar más de 300 mil pesos mensuales, simplemente se sigue hundiendo en el descrédito. Ni siquiera de oficio han sancionado a la Lotería Nacional, cuyo director abiertamente pretendió sobornar al Diario de Yucatán para violar la ley electoral.


El problema ahora es más grave que en 2006 por una razón elemental: el calderonismo pretende sacarle ventaja electoral a lo que constituye el asunto más delicado de su gestión: la guerra sin futuro contra los cárteles de la droga. Ya eligió un enemigo -el PRI y sus presuntas complicidades con el narcotráfico--, pero está en la ruta de morderse no sólo la lengua, sino de generar una auténtica contraofensiva, no de los dirigentes priistas, sino de los mismos aliados del crimen organizado que se sentían "fuera de foco" en la campaña de 2009.


Guerra sucia con guerra contra el narcotráfico y crisis económica es el coctel más explosivo que pueden ensayar los aprendices de brujo del PAN. La respuesta del PRI -ya se vio con las recientes declaraciones del senador Manlio Fabio Beltrones-- se centrarán en algo que puede conducir a un camino sin retorno: recordarle al calderonismo su falta de legitimidad y que existen facturas que cuestan más de lo que valen.


No sólo es un talk show lo que hemos vivido en los últimos días. Se han abierto las compuertas para que los carteles operen en función del rédito electoral del gobierno y para que los ánimos belicosos que circundan Los Pinos se transformen en una guerra real y no en una simple sopa de letras.


Si eso no lo han entendido Solá, Martínez, Zavala y los otros asesores del partido gobernante, entonces quiere decir que no buscan gobernar, sino incendiar el país.